Jueves, 14 Noviembre 2019 09:57

Bruselas, una gran noticia

Desde hace algún tiempo, nuestra casa de 1050 Bruselas, chaussée de Wavre 201, ha sido renovada por completo, lista para recibir al Noviciado, según la decisión del Consejo general. El cofre estaba fabricado pero estaba vacío. Y he aquí que dos candidatos novicios se habían incorporado a la Comunidad de Amsterdam para vivir allí el tiempo del postulantado. Gran esperanza, pues, para la parte “Norte” de la Provincia San Pedro Julián Eymard.

Ante esta noticia, el Consejo general había confirmado el destino de la casa y nombrado a los formadores. Así pues, el 15 de octubre pasado, dos novicios han iniciado el Noviciado, bajo la dirección de los Padres Hans van Schijndel (Padre maestro) y Gérard Daix (Asistente). Esos novicios son dos sacerdotes diocesanos de los Países Bajos, uno de Amsterdam y el otro de Rotterdam .

¿“Qué inspira a esos dos hombres a ingresar en la Congregación de los Padres del Santísimo Sacramento?”, se preguntarán, quizás. Les voy a dar la respuesta. He aquí algunas frases extraídas de su carta de solicitud:

Para uno de ellos: “La presencia real de Cristo en la Eucaristía y la adoración nunca me han abandonado, su cercanía, su don de sí mismo, su amor. La Eucaristía es central en mi ingreso en la Iglesia. Creo que Nuestro Señor me pide un mayor compromiso para con el apostolado eucarístico, y también una vida de oración más intensa en una comunidad”.

El otro declara: “Estos últimos años, he estado cada vez más atraído por la Regla de Vida: “Vivir juntos, orar juntos, servir juntos”. Sí, me siento cada vez más llamado a participar, como religioso, en la misión eucarística de la Congregación. Espero poder crecer – por la intercesión del Padre Eymard- como miembro de la gran familia eymardiana y, como religioso, aportar mi contribución a la misión eucarística. Una misión muy necesaria para la Iglesia y la cultura actuales”.

¡Vean pues! El camino todavía será largo, pero tenemos toda nuestra confianza en el acompañamiento competente e inspirado. Pueden contar, por supuesto, con la certeza de nuestra oración fraternal.

Les confiamos también a la suya y compartan nuestra alegría.

Con nuestro saludo fraternal.


Padre Gérard Daix, sss
Superior