Viernes, 23 Julio 2021 10:36

La Mure: "Descubriendo a un hombre y a un santo" - Peregrinación a los lugares eymardianos

Al acercarnos a la solemnidad de San Pedro Julián Eymard, fundador de nuestra Congregación y de las Siervas del Santísimo Sacramento, el 2 de agosto, compartimos una experiencia realizada en los lugares donde vivió y realizó su misión. Un testimonio de cómo la vida y la misión de nuestro Santo están siempre vivas y son relevantes.

Para conocer realmente a alguien hay que dar algunos pasos con él. Entre el 20 y el 26 de junio de 2021, seis peregrinos, Sara, Rossella, Marco, Francesco, Gianfranco y el P. Manuel (guía del grupo) partieron, visitando algunos de los lugares que marcaron la vida y acompañaron las decisiones de San Pedro Julián Eymard. Descubrieron a un hombre y a un santo, diferente a cuanto muestran las fotos de la época, que lo presentan serio y seguro de sí mismo, sin embargo estaba en constante movimiento, que miraba lejos e incluso cuando creía haber visto lejos, miraba aún más lejos.

Nuestra peregrinación no fue una simple visita a luga-res, sino también una búsqueda de la clave para en-tender el significado de estos lugares en la vida de San Pedro Julián, así como una oportunidad para reflexio-nar sobre nosotros mismos y nuestro propio camino.

La Mure, campamento base de nuestra peregrinación, donde fuimos acogidos por los voluntarios de la "Maison Eymard" (miembros de la asociación "Les amis du père Eymard en Matheysine") que nos atendieron, deleitándonos incluso con las comidas que prepararon, así como por la comunidad local de los Sacramentinos. Cada jornada, en la habitación donde falleció el padre Eymard, ahora utilizada como capilla, comenzaba y terminaba con Laudes y Vísperas.

La Mure, lugar de nacimiento de San Pedro Julián en la tierra y en el cielo, nos dio la oportunidad de refle-xionar sobre cómo el lugar donde nacimos ha afectado a nuestra formación y educación cristiana.

Las visitas a los santuarios marianos de Laus, de l'Osier y de La Salette, las dos primeras etapas vincu-ladas a la Primera Comunión y la Primera Misa de San Pedro Julián, fueron momentos para meditar sobre la presencia de la Virgen en nuestras vidas y sobre el significado de estas manifestaciones (apariciones) de María a lo largo de la historia.

Pero el lugar que más nos ha impresionado, entre todas las etapas de nuestro viaje, fue la Roca de San Román, donde San Pedro Julián experimentó el amor de Dios a través de la belleza de la creación. Sólo visitando La Roca se puede comprender verdadera-mente la experiencia del Padre Eymard.

Otras paradas fueron Chatte, lugar en el que desem-peñó su primer destino como Vicario parroquial, y Monteynard, lugar de su segundo destino como Párroco.

Cada etapa, dirigida por el padre Manuel Barbiero, experto en los lugares eymardianos, se dividió en un tiempo de visita y un tiempo de oración y reflexión personal diaria, que posteriormente era compartida con todos.

Esta experiencia ha sido para mí, y creo que para todos, un momento de auténtico conocimiento de San Pedro Julián Eymard, que fue más allá de la pura narración histórica de episodios de su vida. Este cono-cimiento no ha descuidado las relaciones humanas, personales y espirituales del padre Eymard.

Un viaje por los lugares que fueron escenario de su humanidad, hecho de dudas, relaciones, preguntas y una constante búsqueda de respuestas. Una humani-dad en la que, gracias a la acción del Espíritu, creció la semilla de la gracia y la santidad.

 

Sr. Gianfranco Maltese
Piano di Sorrento

Modificado por última vez en Viernes, 23 Julio 2021 10:39