Sábado, 03 Septiembre 2022 14:12

Cenáculo de los agregados del Santísimo Sacramento de la República Democrática del Congo

El coordinador ha hecho la unión entre el fiat de María y la comunión. En Lucas 1,38, María dice « hágase en mí según tu palabra » el fiat significa amén. Cuando el sacerdote eleva la comunión, cada fiel o cristiano es llamada es llamado a comulgar diciendo Amén. Así María es la primera comulgante de la historia. Ella nos enseña a recibir la Eucaristía en la fe.

 

Los agregados del Santísimo Sacramento de la R. D. Congo se reunieron para el Cenáculo 2022 en el Centro Eucarístico SSS de Mont Ngafula, desde el viernes 29 de julio al lunes 1 de agosto. Estuvieron presentes los equipos de vida de Kikwit, Mártires de Uganda, Santísimo Sacramento, Santa Trinidad y la Bienaventurada Anuarite.

Las enseñanzas comenzaron bajo la coordinación del padre Jean-Willy Mupila, capellán nacional de la Agregación, y como tema: « la misa o la Eucaristía de María ». Nada más iniciarse la reunión, el capellán ha dado una visión general sobre la aportación de María a San Pedro-Julián. Maria como compañera de camino de Eymard , desde su tierna infancia hasta la fundación de la Congregación. Subrayó la importancia del santuario de Fourvière donde el padre Eymard recibió una gracia especial, la de la fundación de la Congregación.

Después de esta visión general, abordó la primera enseñanza bajo el tema de la Anunciación.

El coordinador explicó que en este tema encontramos las etapas de la misa. El saludo del Ángel a María se corresponde con el rito de entrada y el sacerdote saluda a la asamblea: « El Señor esté con vosotros ». De ahí la insistencia en la importancia de saludarse al principio de la misa. Cuando el ángel saluda a María, provoca una perturbación en ella. Se pregunta cómo el ángel le ha reservado un saludo deferente. De repente se siente pequeña y humildemente se pregunta cómo va a hacer.

Igual sucede en la misa, los fieles se reconocen pequeños delante de la grandeza del misterio a celebrar y piden perdón, es la liturgia penitencial. Después del rito penitencial, es la escucha de la palabra de Dios. El ángel transmite a María el mensaje de Dios. Al igual que María ha sido modelo de escucha y de acogida de la Palabra de Dios, los agregados durante la misa desarrollaron la acogida y la escucha de la palabra de Dios.

El capellán abrió un paréntesis para explicar cómo las diferentes montañas han disputado para ser el lugar donde Dios deberá construir la ciudad santa. Como las montañas orgullosas se apresuraban, el Señor ha terminado por elegir Sión, una pequeña colina. María es esta montaña que se humilla y que Dios ha elegido, ella es la hija de Sión en cuya humildad el Señor ha puesto su mirada.

El momento de la epíclesis corresponde al ángel que dice a María : El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el niño será Santo y se llamará hijo de Dios. Puede decirse que María ha recibido la efusión del Espíritu Santo. En la misa el sacerdote dice : « santifica estas ofrendas y derrama sobre ellas tu Espíritu, que sean para nosotros el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo nuestro Señor ». Es el Espíritu que culmina la santificación.

El rito del envío corresponde al el Angel se alejó. El sacerdote dice al final de la misa Ite missa est (la misa ha terminado). María sale de la misa y va en misión a casa de Isabel. Nos da el ejemplo de ir también nosotros en misión al lado de nuestros hermanos en la misa.

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Segunda enseñanza bajo el tema: La Visitación

María que va en misión a casa de Isabel, le lleva a Dios. En el misterio de la visitación, María se revela como tabernáculo, ella lleva a Jesús en su seno. Este camino hacia Isabel se presenta como la primera procesión de la Eucaristía. Su encuentro con Isabel suscita tal alegría que el niño Juan Bautista se sobresalta en el seno de su madre. María comunica la gracia recibida a Isabel. La misión de María al lado de Isabel es también una misión de servicio. La Eucaristía nos compromete en el servicio a los demás, sobre todo a los débiles, pues Cristo está presente en los débiles. El coordinador ha respaldado todo esto con la parábola del buen Samaritano y los discípulos de Emaús que se corresponde con la acogida y con la misión.

En relación con todo lo que se ha dicho, los agregados no pueden llevar el fruto más que cuando pueden llevar a Dios a los otros gracias al Espíritu Santo y con un empuje de caridad como el buen Samaritano. Y cuando se acoge a un extranjero, es a Dios a quién se recibe y deja sus bendiciones. En total han participado 47 agregados en este Cenáculo y 10 han hecho sus promesas en el curso de la misa presidida por el padre provincial Olivier Ndondo, quien nos ha invitado al compromiso y a la colaboración.

 

Señora Odette Ngwey
Agregada del Smo. Sacramento

Modificado por última vez en Sábado, 03 Septiembre 2022 14:30