La Cuaresma es un tiempo favorable de preparación para la Pascua, un Kairós para emprender un itinerario espiritual de contemplación de los designios de Dios en perspectiva teológica fundamentada en una lógica binaria de: Esclavitud-Libertad / Pecado-Gracia / Muerte-vida, adentrando en la propuesta de la revelación de Dios al hombre, reafirmando la victoria de Cristo sobre la muerte cuya finalidad es dar razón de la fe cristiana (1Pe 3,15).
La comunidad Parroquial San Cristóbal vivió la experiencia de una tarde de retiro cuaresmal llevado a cabo el día 04 de marzo 2023 sobre el tema: La espiritualidad de la Cuaresma y de la Pascua, orientado por el P. Elibien Joseph, sss.
El retiro fue estructurado en tres momentos desde una lógica secuencial:
1. Breve contextualización de la Cuaresma
Todo parte de una breve orientación sobre el propósito de cualquier retiro que es la apertura a las mociones del Espíritu para escuchar la voz de Dios, contemplar su voluntad en la vida del ser humano principalmente, el cristiano. Así el tema insinuado anteriormente interpela a los retirantes a acompañar a Cristo en su camino de cruz como exigencia de su misión para conducirnos a una vida de plenitud fundamentada en la Pascua.
Quedó claro que el retiro hace parte de la dinámica del año litúrgico, permitiendo al ser humano encontrarse consigo mismo, con Dios y evaluar su camino de fe, desde la dinámica de entrar en la vida propia y de confrontarse a sí mismo durante un itinerario de Cuarenta días para que Dios opere en nosotros una transformación radical, personal y comunitariamente. Todo es el fruto de una profunda experiencia de fe y de encuentro con Dios que trasciende la realidad vital del ser humano.
2. Una 1ª meditación enfocada en “la ascesis cuaresmal, un camino sinodal”, tema propuesto por el Papa Francisco para este año. El preámbulo parte de la aclaración acerca del término ascesis que evoca unas Prácticas cristianas ligadas a la liberación del espíritu, es decir, una mirada interior para aliviar la vida en perspectiva de la virtud evangélica. Pues la lógica transformadora de la Cuaresma parte del encuentro con la Sagrada Escritura, primera fuente de la revelación divina apoyada en el texto de Ez 18,20-32 desde la apertura para dejar a Dios ser protagonista de nuestra vida, asumiendo las exigencias de la misma y reconociendo nuestra vulnerabilidad y miserias con el fin de ser una criatura nueva moldeada por el Jesús muerto y resucitado. Esto se logra desde la apertura a la gracia y la adhesión a Jesús, que nos llevó a la cumbre de toda la vida cristiana con su resurrección. Por tanto, la cuaresma implica asumir una actitud de cambio radical desde lo personal y lo comunitario para participar en la edificación de la Iglesia.
3. Lectio Divina y compromiso personal
Antes de concluir el retiro con la celebración de la Eucaristía, la última parte se centró en la meditación del evangelio Mt 17,1-9, texto propuesto para el 2° Domingo de Cuaresma en una óptica de “Transfigurar mi vida desde la apertura a Dios” profundizando en el sentido de las prácticas tradicionales de la Iglesia: la oración, el ayuno y la limosna, sobre todo en una perspectiva de confrontación a sí mismo y en relación con Dios y la comunidad.
Se vivió también un momento de oración eucarística comunitaria desde la óptica de renovación espiritual y cristiana. Seguidamente se realizó una dinámica, la cual se concluyó posteriormente, en el momento del ofertorio de la Celebración eucarística, llevando a cada participante a un compromiso desde el reconocimiento de algunos aspectos negativos en perspectiva de conversión para celebrar gozosamente la Pascua acompañando a Jesús en su camino de cruz.
Acogiendo la opinión de varios participantes, se concluyó que el retiro vivido fue un momento propicio de aprendizaje, de vivencia y de renovación espiritual teniendo en cuenta de que, la cuaresma nos pide hacer un camino espiritual fructífero para ver la gracia de la glorificación de Jesús. Esto implica una nueva manera de ser y estar en el mundo moldeado por el Espíritu de Dios y concretar la dinámica sinodal de purificarnos juntos, en comunidad para edificar la Iglesia y el mundo en medio de luces y sombras. ¡Deseo a la familia Eymardiana presente en el mundo un buen y exitoso camino cuaresmal en vista de la gran celebración de la Pascua!
Padre Elibien Joseph, sss
Comunidad de Lima
