Viernes, 23 Julio 2021 10:26

Filipinas: Despensa comunitaria: la pasión eucarística en acción

Todavía recuerdo la Asamblea Provincial de la Provincia de Nuestra Señora de la Asunción de 2018. Durante el intercambio de grupos pequeños, nuestro grupo discutió sobre los apostolados relevantes y urgentes para la Provincia, teniendo en cuenta la promoción de la Eucaristía. Dado que la Eucaristía es alimento, el grupo reflexionó sobre los posibles apostolados que verdaderamente nutren. Entre las muchas respuestas diferentes dadas por los miembros del grupo, hubo un punto en común: es ante todo, alimentar el hambre físico de las personas, especial-mente de los pobres. Entonces hubo consenso en que la Provincia debería esforzarse por participar en más esfuerzos de distribución de alimentos, invitando a socios capaces que puedan proporcionar y compartir sus recur-sos materiales con los pobres.

Este esfuerzo potencial fue visto por el grupo como una forma de concretar o hacer operativa la Espiritualidad Eucarística Renovada que durante los últimos años fue el centro de atención de la Provincia de las Filipinas como se establece en su declaración anterior de misión, “… reanimar la pasión por nuestra misión eucarística para convertirnos, siguiendo los pasos del P. Eymard, en discípulos y apóstoles de la Eucaristía para un mundo que nos interpela”. La Provincia hizo muchos esfuerzos para renovar la pasión por los esfuerzos eucarísticos. Estos esfuerzos han beneficiado a todos los religiosos de la Provincia, y creo que ahora es un momento oportuno para actuar con celo en pos de nuestra misión eucarística.

¡Pensemos en esto! ¿Por qué se nos dio el tiempo y los instrumentos para reanimar nuestra pasión por la misión eucarística? Creo que nuestro Dios, omni-sciente, nos sonreía mientras nos equipábamos para la futura pandemia. Por lo tanto, como comunidad eucarística, no debemos inmovilizarnos ni detenernos para ejercer nuestra misión eucarística en la que nuestra pasión se reanimó con esmero.

La pandemia del covid-19 desafía nuestra vivencia de la Misión Eucarística hasta en sus raíces. Hay momentos en los que nos sentimos perdidos y abrumados por las cosas que debemos hacer. La pandemia cambia nuestras prioridades y limita nuestras acciones, de acuerdo con las pautas de salud vigentes.

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Los protocolos de “la seguridad es lo primero” limitan especialmente nuestra vivencia de la misión eucarística. Sin embargo, la adopción de formas creativas puede abrir nuevas vías en el cumplimiento de esta misión. Deberíamos ver la pandemia como una oportunidad para compartir nuestro carisma eucarístico y, la “despensa comunitaria” es una forma novedosa de hacerlo.

El proyecto de la “despensa comunitaria” fue iniciado a principios de abril de 2021 por una joven llamada Ana Patricia Non, a lo largo de la calle Maginhawa, Quezon City. Llenó un carrito con comida (arroz, verduras, productos enlatados) y otras necesidades (mascarillas, protectores faciales, etc.) para repartir de forma gratuita. La Sra. Non siempre pensó en las personas que quedaron más vulnerables a causa de la pandemia: aquellas que no tienen la opción de quedarse en casa y mantenerse a salvo y cuyas comidas dependen de los ingresos que obtienen el mismo día, si es que tienen alguno. Desde entonces, personas, grupos, organizaciones, iglesias, etc. han establecido diferentes variaciones de despensas comunitarias en diferentes barangays de Filipinas. “Da según tus medios, toma según tus necesidades”: este eslogan escrito en carteles de cartón se hizo muy popular en relación con el “Movimiento de Despensa Comunitaria” en Filipinas.

En mi parroquia, St Jude Thaddeus Quasi Parish, ya hemos realizado esta despensa comunitaria tres veces (una vez a la semana) desde el 27 de abril. Preparamos 250 bolsas de plástico de productos variados (arroz, productos enlatados, verduras, fideos instantáneos, huevos frescos, bolsitas de café, galletas, etc.). Para garantizar el orden y la seguridad, se les pide a las personas que se alineen entre sí a una distancia segura y, a medida que se van moviendo y pasan por la mesa en la que están depositadas las bolsas de plástico, cada uno recibe una. Tras obtener las bolsas de productos, también obtienen sopa de arroz o sopa caliente en un recipiente.

Un obispo llama a estas despensas comunitarias “el signo más tangible de esperanza”. Por lo tanto, continuaremos con la despensa comunitaria mientras podamos, ya que es una expresión muy concreta de nuestra pasión eucarística reanimada: es pasión eucarística en acción.

10 de mayo de 2021

Padre Joseph Matitu, sss

Modificado por última vez en Viernes, 23 Julio 2021 10:29