Eucaristía, Alianza, Unidad: Regla de Vida 38
texto original en inglés
Este breve artículo pretende comprender la misión de unidad y ecumenismo en el número 38 de la Regla de Vida. Recordamos que la Eucaristía es una alianza y un don para desarrollar la unidad que comienza con el sacramento del bautismo, un concepto más nuevo después del Concilio Vaticano II y para la Iglesia Católica Romana en general. En Roma, en San Pedro, el 21 de noviembre de 1964, los obispos del Concilio Vaticano II emitieron un Decreto sobre el Ecumenismo, Unitatis redintegratio, pidiendo, como está escrito en el párrafo 1:
Promover la restauración de la unidad entre todos los cristianos es uno de los fines principales que se ha propuesto el Sacrosanto Concilio Vaticano II, puesto que única es la Iglesia fundada por Cristo Señor, aun cuando son muchas las comuniones cristianas que se presentan a los hombres como la herencia de Jesucristo; todos se confiesan discípulos del Señor, pero sienten de modo distinto y siguen caminos diferentes, como si Cristo mismo estuviera dividido. División que abiertamente repugna a la voluntad de Cristo y es piedra de escándalo para el mundo y obstáculo para la causa de la difusión del Evangelio por todo el mundo.
El decreto afirma que la celebración de la Eucaristía es una alianza entre Dios y el género humano y queda incompleta si los bautizados están divididos por el odio o separados unos de otros. Nuestra Congregación religiosa se sintió estimulada, deseando hacer del ecumenismo (Unidad de los Cristianos) un punto clave para que trabajemos con la Iglesia para restaurar el Cuerpo de Cristo como una sola familia cristiana. Este es uno de los dones de nuestro carisma como ministros de la Eucaristía y líderes de la teología y el servicio eucarísticos.
La Eucaristía como Alianza
Él les dijo: "Ésta es mi sangre de la alianza que será derramada por muchos" (Marcos 14,24). Las acciones y las palabras de Jesús expresan, en el marco de la cena pascual y de la transición a una nueva alianza, el sacrificio de sí mismo mediante la ofrenda de su Cuerpo y de su Sangre en anticipación de la pasión y de la muerte. Su sangre de la alianza tanto actitudes al antiguo rito de Éxodo 24: 4-8 e indicar la única comunidad que el sacrificio de Jesús traerá a la existencia (Mateo 26:26-28, 1 Corintios 11:23-25).
Antoine Ndong SSS, en El memorial eucarístico de la Pascua del Señor, en el Catecismo de la Eucaristía artículo 1 de la página web de la Congregación del Santísimo Sacramento, desarrolló la importancia del estudio de la alianza en tiempos de Moisés y de la Última Cena de Jesucristo.[1] En efecto, al celebrar y recibir la Eucaristía entramos en la alianza con Jesucristo. San Pedro Julián Eymard, Apóstol de la Eucaristía, escribió y habló del don de nosotros mismos como elemento central de la espiritualidad eucarística. Darnos a los demás, especialmente a otros cristianos no católicos, es una manera de construir la alianza de Dios con el pueblo de Dios y de trabajar para restaurar la unidad en el Cuerpo de Cristo y trabajar en la esperanza de unidad de Cristo.
Eucaristía y Ecumenismo
La segunda sesión del Capítulo General Extraordinario de 1971 redactó el primer texto de la Regla de Vida con una sección que iniciaba una reflexión sobre nuestra misión de unidad (es decir, el ecumenismo). El Superior General Anthony McSweeney SSS y el Capítulo General de 1981 prepararon esto en la Regla de Vida. La Congregación Vaticana celebró el párrafo crítico sobre el ecumenismo para el ecumenismo y los religiosos que aprobaron este párrafo 38, y en 1984 se convirtió en un sello de nueva energía hacia el ecumenismo para nosotros. La Eucaristía es el alimento y el desarrollo del Cuerpo de Cristo, que nos llama a crecer juntos en la vid de Cristo. Aunque muchas ramas, como la Iglesia misma -muchos cristianos, pero ramas separadas, todos los miembros son la realidad del Cuerpo de Cristo- un pronunciamiento crucial en Unitatis redintegratio es algo para inspirar a nuestros religiosos a trabajar con otros colegas cristianos en sus lugares a través del globo.
Ecumenismo y misión de la Congregación
La renovación de la Congregación del Santísimo Sacramento incluyó en la Regla 38 y en el segundo párrafo que la celebración de la Eucaristía nos lleva a promover la unidad en todas nuestras actividades: dentro de nuestras comunidades cristianas, entre todas las confesiones que comparten el mismo bautismo y entre todos los que trabajan por la unidad en el mundo. El Vaticano II promueve esta unidad en Unitatis redintegratio, y nuestra Regla de Vida nos extiende esta misión como parte de nuestra espiritualidad eucarística. Estamos en un mundo nuevo, una historia nueva y una teología nueva desarrollada desde el Concilio de Trento, especialmente en el Concilio Vaticano II.
Conclusión
Este breve artículo toca algunos puntos valiosos de la Regla de Vida 38: nuestra misión de la Congregación del Santísimo Sacramento, los Asociados del Santísimo Sacramento, y aquellos que quieren seguir la espiritualidad de San Pedro Julián Eymard y su Congregación están llamados a ser un testimonio de unidad, trabajar en el objetivo de construir el cuerpo de Cristo. Han pasado muchos años desde que comenzó la renovación del ecumenismo; continúa mientras nos preparamos para el Capítulo General de 2023 y el 40 aniversario de la Regla de Vida. Jesús oró para que todos seamos uno; que la oración de Cristo sea respondida a través de nuestro vivir y trabajar con la Regla de Vida 38.
3 de julio de 2023
Padre Ernest Falardeau SSS
Highland Heights (Bethany Center), Ohio, Estados Unidos
[1] También publicado en Ensemble/Together 90.
