Miércoles, 07 Octubre 2020 10:42

La historia de la Agregación (continuación)

La Liga Eucarística del Pueblo se desarrolló y creció a mediados del siglo XX. Miles de mujeres y hombres laicos deseaban ser asociados a la misión de la Congregación del Santísimo Sacramento, al ser fundadas comunidades a través de los Estados Unidos e Irlanda, Gran Bretaña y Filipinas, que formaban parte de la Provincia de Santa Ana. Según el Padre Leo Rousseau, sss, Director durante mucho tiempo de la LEP, su misión consistía en “proporcionar leales y verdaderos adoradores de nuestro Divino Señor, expuesto solemne y perpetuamente en el altar”. Y continuaba explicando: “también se esforzaba en promover en las almas el espíritu de amor y una fe práctica en la presencia real de Jesús en el Sacramento del Amor - una fe que encuentra su expresión en la asistencia a la Santa Misa y en la recepción de la Santa Comunión y también en la práctica asidua de la adoración y de las frecuentes visitas al Santísimo.”

En el Capítulo Provincial de 1958, los directores de las distintas asociaciones de laicos dieron cuenta de más de 30.000 como miembros de los grupos de laicos asociados.

Entre todos los componentes de la Liga Eucarística del Pueblo, la Fraternidad Eucarística implicaba a sus miembros en una experiencia más profunda de la vocación Eucarística. El Padre Rousseau definía su compromiso de la manera siguiente: “una sociedad de fieles asociados con la Congregación del Santísimo Sacramento que aspiran a llegar tan lejos como sea posible en el mundo al ideal de la perfección cristiana por medio de una devoción especial a la Santa Eucaristía. A este propósito, ellos se comprometen a consagrarse ellos mismos sin reservas al servicio de la Persona Divina de Cristo en el Santísimo Sacramento y a asumir, en unión y bajo la dirección de los Padres del Santísimo Sacramento, ser verdaderos y frecuentes adoradores, así como entregados y celosos apóstoles de la Santa Eucaristía”.

Los que se comprometían en la Fraternidad Eucarística pasaban por lo siguiente:

  • Un periodo de formación (una especie de mini-noviciado) bajo la dirección de un Padre del Santísimo Sacramento.
  • Un “Acto de Contrición” público, prometiendo hacer una hora diaria de adoración, o al menos, una hora a la semana
  • Se reunían una vez al mes para la formación continua y asumirían algún apostolado eucarístico para promover la devoción a la Eucaristía.
  • Sus nombres estaban inscritos en el “Registro Oficial de la Fraternidad Eucarística”.

Entre 1922 y 1949, 862 mujeres y hombres habían hecho su ‘profesión’. El Registro de 1949 mostró que quedaban 455 miembros activos, de los cuales 389 eran mujeres. Ellos declararon haber hecho 87.344 horas de adoración ese año.

Finales de 1950, en vísperas del segundo Concilio Vaticano, una renovación litúrgica estaba en el aire. El número de los laicos involucrados en los distintos grupos de laicos asociados estaba bajando como lo estaba el compromiso con la devoción y práctica de la adoración.

En la siguiente entrega hablaremos del Concilio Vaticano II y su impacto en la Congregación, en su misión y su sentido de identidad y, finalmente, de lo que significa ser un Asociado del Santísimo Sacramento.

(Fuente: « An unpublished manuscript » (Un manuscrito inédito) de Patrick J. Riley, D. Min.)

31 de agosto de 2020

Centro para la Evangelización Eucarística
Cleveland, Ohio