Instalados, los religiosos fueron a presentarse al Sr. Arzobispo quien nos prometió el oro y el moro... que poco a poco fueron desacralizando, para plantearse cómo iban a subsistir y a cumplir la tarea que se habían propuesto.

Los dos sacerdotes se distribuyeron lo que sería el territorio parroquial, que se convirtió posteriormente en dos parroquias, debido a la división natural resultado de la construcción de una autopista de alta velocidad; quedando la Parroquia Natividad del Señor por un lado y la Parroquia Ntra. Sra. de Lourdes por otro, y ejerciendo los dos en calidad de párrocos.

Los dos religiosos profesos, por su parte, se avisparon para conseguir el trabajo que llevarían a cabo para sustento de todos. Se las ingeniaron y rápidamente consiguieron sendos trabajos como profesores. Y los dos sacerdotes a ponerse manos a la obra para servir lo mejor posible a los feligreses que Dios había puesto en sus manos.

Poco a poco fueron conociendo el territorio y la comunidad a la vez que construyendo los dos centros parroquiales. En el barrio El Rodeo, Parroquia Natividad del Señor: Templo, Casa Cural, Escuela La Solidaridad, Centro de Formación Técnico Industrial, Alfabetización Nocturna de Adultos, Centro de Recuperación nutricional, Programa de Mejoramiento de Vivienda, Facilitación de materiales de construcción a bajo costo, a la vez que atendíamos al culto y a la evangelización a todos los niveles. En los barrios Atanasio Girardot/Santa Fe la Parroquia Ntra. Sra. de Lourdes: además de construcción del Templo parroquial, se construyeron salones parroquiales a la vez que se llevó a cabo un trabajo catequético y juvenil modelo.

Aquí no podemos dejar de agradecer a las Iglesias Católica y Luterana alemanas, y en ellas al P. Friedrich Wuwolt y al Pastor luterano Ulrich Honeker, como al Colegio Hispano-Americano por las ayudas que de toda índole prestaron a la comunidad. Todo esto no se llevó a cabo como si fuere coser y cantar.

Pasaron por problemas serios, como infiltración del movimiento subversivo M-19 en los grupos juveniles; orden de ciertas instancias pidiendo acabar con los grupos juveniles, a los que nosotros apoyábamos; incomprensiones por parte de cierto clero que llevó al Obispo Auxiliar a platearnos nuestra estadía en Cali en estos términos: “A los Sacramentinos se les apoya, se les tolera, o se les combate”. Los religiosos le respondieron: “O se nos apoyan o nos vamos de la Arquidiócesis”. A lo que el asunto pasó a manos del Arzobispo que dijo; “tocar a los Sacramentinos es tocar al Arzobispo”. Ahí le pidieron al Arzobispo autorización para invitar al Obispo Auxiliar para que fuera al barrio El Rodeo a dar una charla sobre la Iglesia en América Latina. A la que acudió el Obispo Auxiliar.

Era época muy cercana a la famosa Conferencia Episcopal de Medellín con toda la carga de opción por los pobres.

Continuará…

Padre Lucinio Martin Herrero, sss
Colombia-Perú, NOTIBIP n. 90 - Abril 2023